Siempre estoy planeando la manera de conseguir lo que quiero y pues, sinceramente no sé cómo ni porqué, pero la mayoría de las veces resulto consiguiéndolo. En mi cabeza siempre está el dinero ya que lo necesito para pagar mi estudio, pero a su vez, por lo general estoy buscando métodos para conseguir tanto como sea posible para poder darme todos los lujos que deseo.
Tan cierto es que estoy empeñada en conseguir dinero de todas las maneras posibles, que estoy inscrita en todo tipo de concursos, realizo todo tipo de actos y suelo estafar a tantas personas como me es posible.
Una mañana, de la nada mientras mataba un poco de tiempo esperando en el salón de una clase que me habían cancelado, me llegó un mensaje un poco extraño al celular, medio confuso, como si fuera una parábola, metáfora o algo así, con una especie de código al final. Pensando que era una pista importante de uno de los tantos retos a los que suelo inscribirme, contacté a un amigo experto en codificación de un par de semestres más avanzados para que me ayudara a resolver lo que había allí escrito, dando como resultado una dirección. Me emocioné bastante y de inmediato me paré. Cuando salí del salón, me dirigí hacia allí creyendo que había ganado y podría reclamar algún premio por haber descifrado el mensaje oculto.
Llegué al lugar y al principio estaba algo extasiada y entusiasmada… de un momento a otro todo cambió y no pude estar más asustada.
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